Difusos

Cecilia Padilla
2 min readFeb 18, 2021

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Soy mi cuerpo tanto como soy yo

Si se puede tener un cuerpo, lo podemos tener tanto nosotras como ellos.
Si se puede tener un cuerpo, es que un cuerpo puede pertenecer.
Comprarse, venderse, reclamarse.
Existe desigualdad donde existen pertenencias.
Yo no tengo un cuerpo, soy un cuerpo.
Soy un cuerpo tanto como soy cualquier otra cosa.

Descartes inventó el ordenador.
La dualidad.
Cuerpo y mente.
Ceros y unos.
Hombre y mujer. Occidente.
Asumimos la dualidad como natural e intentamos deconstruirla.
Natural.

En muchos sitios, la narrativa del género comienza en la multiplicidad y mediante bailes los cuerpos, todos,
distintos, conversan.

Los cuerpos se tensan y se destensan,
pero nunca lo suficiente para perder la elasticidad, generando así
la metamorfosis del sexo.

Una conversación que enciende la estructura fluida y efervescente
de la vida social en sí misma.

Hegel dice:

‘La verdad no es su indistinción, si no el que ellos no son lo mismo, sino que son absolutamente diferentes, pero son a la vez inseparados e inseparables e inmediatamente cada uno desaparece en su opuesto.’

La verdad está en el movimiento,
Esa inmediata desaparición de uno en el otro,
En una palabra,
Convertirse.

El género no es separable de la biología,
ni confinado a ella.
El género es una construcción continua,
Basada en una diferencia,
Pero transcendiéndola.

No somos esclavas de nuestra biología por naturaleza.
La naturaleza no esclaviza, sino la era digital.
Esclaviza el que nos hagan creer que nuestros cuerpos son propiedad.

La batalla por ser libres a pesar de nuestros cuerpos es una batalla contra nosotras mismas.

Nunca seremos, ni conseguiremos nada a pesar de nuestros cuerpos, porque nuestros cuerpos ya somos.

Auténticos.

© Cecilia Padilla Iglesias, 2021

Fotografía por Viki Kollerova (@vikikollerova)

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Cecilia Padilla
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Written by Cecilia Padilla

Amateur poetry juggler. Necesito dos idiomas para expresarme.

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